jueves, 28 de mayo de 2009

El grupo Konecta despide al 40% de su plantilla y el comité convoca una huelga

La compañía, que se instaló en Avilés con el apoyo del Ayuntamiento y del Principado, cuenta con 200 empleados

La empresa Konecta despedirá a 82 trabajadores -el 40% de su plantilla- porque, asegura, se ha reducido notablemente su carga de trabajo. El comité de empresa, sin embargo, ve detrás de estos despidos únicamente «razones estratégicas», es decir, una reorganización del negocio en los diferentes centros que la compañía tiene repartidos por el país. Por este hecho, el personal de la compañía acordó ayer ir a la huelga el próximo 3 de junio.

La dirección de la firma tecnológica comunicó el pasado martes a las seis de la tarde que el cuarenta por ciento de su plantilla terminaría en la calle el próximo día 10 de junio. Según el comité de empresa, la razón aducida no es cierta. «Trabajamos cada vez más», comentó una portavoz del órgano de representación de los trabajadores. El comité añade, además, que la pretendida reducción de la carga de trabajo «no es demostrable». Para los trabajadores, la causa última de la medida comunicada ayer es «un traslado a otros centros» de las llamadas atendidas en Avilés, es decir, el adelgazamiento de la facturación local.

Konecta se dedica al telemarketing, esto es, a la venta y atención telefónica. Las ochenta y dos cartas de despido enviadas ayer están destinadas a los empleados que atienden la campaña de Telefónica, los de las reclamaciones de los clientes del número 1004. Según el comité, el grupo Konecta se ha desecho de la campaña de la multinacional de la comunicación despidiendo al cuarenta por ciento de su plantilla en Avilés. El resto de los trabajadores será recolocado en otras campañas comerciales, sobremanera, los que tienen contratos indefinidos. Se da la circunstancia de que ayer, miércoles, la empresa todavía no había encontrado puesto a diecisiete de estos empleados.

La compañía echó a la calle recientemente a catorce trabajadores adscritos a la campaña de Fiat. La firma admitió en su día que se trataba de despidos improcedentes, según una portavoz del comité de empresa. Konecta envió a Avilés a la jefa de personal del grupo con el fin de evitar que se entrase a juicio. Tras estos despidos, la firma comunicó su intención de despedir a catorce empleados más. Este segundo ataque se salvó por medio de la negociación sindical, según la misma representante.

En la lista actual de despedidos, según los sindicatos, hay tres miembros del comité de empresa. «Con lo cual se saltan a la torera toda la legislación laboral pertinente», denunció una portavoz.

Konecta llegó a Avilés en 2006 con el beneplácito y con las ayudas empresariales tanto del Principado como del Ayuntamiento de Avilés. De hecho, inauguraron las instalaciones Santiago Rodríguez Vega, por entonces alcalde, y Graciano Torre, consejero de Industria y Empleo, que aquel día destacó «la calidad de los contratos, la mayor parte indefinidos», el fomento del empleo femenino y la posibilidad de reclamo de nuevas inversiones. Konecta cuenta con dos centenares de trabajadores en sus instalaciones de Avilés, la mayor parte mujeres

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