El IDEPA asegura que concedió a la empresa 493.000 euros de subvención condicionada a la creación de al menos 75 empleos estables hasta 2012
F. L. JIMÉNEZ / Agencias
La dirección de la compañía Konecta BTO se ratificó ayer en su decisión de despedir a 82 trabajadores, la mitad de su plantilla en Avilés, y además ha advertido de que sopesa presentar un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectaría al resto de operarios, según hicieron público ayer fuentes sindicales. La presidenta del comité de empresa, Pilar Arango, manifestó que la empresa dio a conocer su posición durante una reunión celebrada ayer en la sede del Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos (SASEC) en la que no hubo acuerdo. Los trabajadores están convocados a secundar mañana una huelga de 24 horas en protesta por la situación.
Según la presidenta del comité de empresa, Pilar Arango, los directivos de Konecta, una empresa que está especializada en «outsourcing» (externalización de servicios de empresas), desoyeron las propuestas de la parte sindical consistentes en reducir el número de despidos y crear una bolsa de trabajo con los empleados enviados al paro para un virtual rescate futuro. «En lugar de considerar al menos la viabilidad de esas propuestas, la empresa nos respondió que no le va a quedar otro remedio que proponer un ERE para los ochenta indefinidos que aún quedan en la plantilla», protestó Arango.
Según la presidenta del comité de empresa, Telefónica, que es el principal cliente de Konecta, va a trabajar con «otros teleoperadores, seguramente afincados en países latinoamericanos, probablemente donde más barato le salga».
Con estas perspectivas tan poco halagüeñas para al futuro del centro de trabajo avilesino, de momento se mantiene la huelga de 24 horas convocada para el miércoles. El paro es el medio elegido por los sindicatos para protestar contra los despidos e insistir en que se investigue qué tipo de subvenciones públicas recibió Konecta para instalarse en Avilés.
Ayer mismo, desde el Partido Popular se especuló con la idea de que Konecta se pudo haber embolsado hasta 3 millones de euros, aunque el portavoz municipal del partido en Avilés, Constantino Alvarez, aclaró que está a la espera de recabar ese dato. A este respecto, responsables del IDEPA, el organismo regional de promoción empresarial, matizaron que la empresa solicitó en 2006 ayudas para la implantación en Asturias de una plataforma tecnológica para dar servicio a clientes nacionales y que éstas se condicionaron a la creación de un mínimo de 75 empleos estables y con un plazo de vigencia que expira en 2012. En concreto, el IDEPA cifra la ayuda concedida en 493.000 euros y especifica que ese dinero se destinó al acondicionamiento de las oficinas y a la compra de equipos. El IDEPA reseña que los fondos procedían de la línea de incentivos regionales (LIR) y de la de ayudas a proyectos de especial interés (PEI).
La dirección de la compañía Konecta BTO se ratificó ayer en su decisión de despedir a 82 trabajadores, la mitad de su plantilla en Avilés, y además ha advertido de que sopesa presentar un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectaría al resto de operarios, según hicieron público ayer fuentes sindicales. La presidenta del comité de empresa, Pilar Arango, manifestó que la empresa dio a conocer su posición durante una reunión celebrada ayer en la sede del Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos (SASEC) en la que no hubo acuerdo. Los trabajadores están convocados a secundar mañana una huelga de 24 horas en protesta por la situación.
Según la presidenta del comité de empresa, Pilar Arango, los directivos de Konecta, una empresa que está especializada en «outsourcing» (externalización de servicios de empresas), desoyeron las propuestas de la parte sindical consistentes en reducir el número de despidos y crear una bolsa de trabajo con los empleados enviados al paro para un virtual rescate futuro. «En lugar de considerar al menos la viabilidad de esas propuestas, la empresa nos respondió que no le va a quedar otro remedio que proponer un ERE para los ochenta indefinidos que aún quedan en la plantilla», protestó Arango.
Según la presidenta del comité de empresa, Telefónica, que es el principal cliente de Konecta, va a trabajar con «otros teleoperadores, seguramente afincados en países latinoamericanos, probablemente donde más barato le salga».
Con estas perspectivas tan poco halagüeñas para al futuro del centro de trabajo avilesino, de momento se mantiene la huelga de 24 horas convocada para el miércoles. El paro es el medio elegido por los sindicatos para protestar contra los despidos e insistir en que se investigue qué tipo de subvenciones públicas recibió Konecta para instalarse en Avilés.
Ayer mismo, desde el Partido Popular se especuló con la idea de que Konecta se pudo haber embolsado hasta 3 millones de euros, aunque el portavoz municipal del partido en Avilés, Constantino Alvarez, aclaró que está a la espera de recabar ese dato. A este respecto, responsables del IDEPA, el organismo regional de promoción empresarial, matizaron que la empresa solicitó en 2006 ayudas para la implantación en Asturias de una plataforma tecnológica para dar servicio a clientes nacionales y que éstas se condicionaron a la creación de un mínimo de 75 empleos estables y con un plazo de vigencia que expira en 2012. En concreto, el IDEPA cifra la ayuda concedida en 493.000 euros y especifica que ese dinero se destinó al acondicionamiento de las oficinas y a la compra de equipos. El IDEPA reseña que los fondos procedían de la línea de incentivos regionales (LIR) y de la de ayudas a proyectos de especial interés (PEI).
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